Somos el pueblo originario de Tzawata. Luchamos por recuperar nuestro territorio ancestral, hoy en manos de una transnacional minera. No nos rendiremos, la tierra es nuestra vida, abajo la minería destructora!!!


viernes, 29 de octubre de 2010

COMUNIDAD DE TZAWATA EN PIE DE LUCHA POR SU TERRITORIO CONTRA LA EMPRESA MINERA TRANSNACIONAL MERENDON


Nosotros, los Napurunas de la Comunidad de Tzawata, nos encontramos luchando 8 meses, reclamando nuestro territorio ancestral que nos fue robado hace más de 100 años por el régimen hacendatario representado por “el patrón Carlos Sevilla”, que con engaños, desplazó a nuestros abuelos de sus tierras.

Años después nuestras tierras pasaron a la empresa minera transnacional Merendon del Ecuador S.A., ramificación de la Merendon Mining Corporation Ltd., que quiere despojar a la comunidad de las 627 hectáreas donde hemos habitado ancestralmente. Luego del proceso de arrebatamiento de tierras, los pobladores de Tzawata quedamos confinados a vivir en 2 hectáreas de terreno en los límites de la hacienda Ila; este pequeño espacio fue donado a la comunidad con sus respectivas escrituras por un finquero de la zona.
Mientras tanto, la compañía minera Merendon, actual dueño “legal” de la Hacienda Ila, además de tener concentrada en sus manos la tierra de nuestros abuelos, estaba causando graves daños ambientales a ésta, puesto que sus actividades extractivas de oro a cielo abierto, ocasionaron la contaminación de los ríos Blanco, Pupo e Ila, afluentes del río Anzu, además de dañar la capa orgánica vegetal de la cuenca de los mencionados ríos y de las zonas de operación, dejándolas inviables para el cultivo.

Ante esta injusta realidad de apropiación abusiva de la tierra, concentración de ésta en manos de hacendados y empresas, contaminación ambiental, enriquecimiento de las transnacionales a costa de la pobreza de los habitantes, enfermedades causadas por el agua contaminada, y situaciones forzadas de migración laboral por la falta de tierra para producir, nosotros, el pueblo de Tzawata, realizamos una asamblea en febrero de 2010 donde decidimos tomarnos la tierra que un día nos perteneció y que hoy día está en manos de una compañía trasnacional minera que solo ha causado daños ambientales y sociales.

Así, en marzo de 2010, Tzawata, con el apoyo de 2 comunidades vecinas (Ila y Anzu), nos tomamos la tierra y empezamos la construcción de un campamento de resistencia a orillas del río Anzu, al pie del puente que conecta la Hacienda Ila con el caserío de El Capricho, en el Km. 51 de la vía Puyo-Tena, cantón Carlos Julio Arosemena Tola, provincia de Napo.

Como es lógico, para Merendon y para las autoridades seccionales del Estado, que defienden y resguardan la propiedad privada, el pueblo de Tzawata es “invasor” y el campamento de resistencia resulta ser una “invasión”. Por el contrario, para nosotros ésta es una lucha LEGÍTIMA del campesinado por la tierra, de los pueblos ancestrales por recuperar su territorio, y en consecuencia, la toma constituye un acto de resistencia.

A partir de este momento, la comunidad de Tzawata pidió apoyo inmediato a otras organizaciones sociales como CONAKINO (Consejo de Nacionalidades Kichwas de Napo y Orellana), OJCA (Organización Juvenil Comuna Amazónica, Puyo-Pastaza) y ANKICS (Asociación de la Nacionalidad Kichwa del Cantón Santa Clara), para emprender la lucha en términos jurídicos y políticos, logrando el apoyo de las dos primeras organizaciones mencionadas. Posteriormente, lograríamos además el respaldo político y jurídico de nuestras organizaciones madre, la CONFENIAE y la CONAIE.

Hasta el momento, la comunidad ha sufrido dos intentos de desalojo por parte de la fuerza pública, solicitados por la compañía Merendon. El primero se realizó el 27 de mayo de 2010 por parte de 25 policías y varios trabajadores de la compañía; en este momento la gente no se encontraba en el campamento -sino en la comunidad festejando el día de la madre- por lo que la fuerza pública no pudo proceder con el desalojo; sin embargo las casas fueron quemadas y los cultivos de maíz fueron destruidos. El segundo desalojo se realizó el 6 de julio de 2010. En presencia de 30 miembros de la comunidad de Tzawata, 86 policías y 30 trabajadores de la compañía intentaron desalojarnos sin éxito, gracias a la resistencia y unidad mostrada.
Desde allí en adelante, la organización social y política de Tzawata se ha fortalecido significativamente, la solidaridad mostrada ha crecido considerablemente y el respaldo político a nuestra lucha nos ha permitido resistir con coraje y valor. Son muchas las historias que acompañan nuestra lucha, e invitamos a nuestros hermanos y hermanas a conocer más sobre nuestra situación, acudiendo a la solidaridad del pueblo por el pueblo para frenar los intereses económicos particulares de una minoría que posee el poder político y económico y que atenta contra los intereses de los explotados del campo. Compañeros y compañeras, únanse a la lucha. Tzawata está en pie de lucha!!!

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